jueves, 4 de enero de 2018

Majestuosidad prehispánica Maya







Chichen Itzá.
Majestuosidad prehispánica maya.

                                                                                                        Foto: Verónica Arredondo Leal


Visitar las pírámides de Chichén Itza es una de las experiencias más emocionantes que he tenido en mis rutas paseadoras.
Chichén Itzá es un  complejo de edificaciones mayas, que se encuentra ubicado en la península de Yucatán, en México,  ideal para los amantes de las zonas arqueológicas.

El  primer contacto visual con esas edificaciones prehispánicas es increíble. Es como un primer momento de iluminación o de desconcierto, suele ser una experiencia interna muy especial conectada con esas bellezas arqueológicas y naturales también, porque el cielo es de un azul intenso y la vegetación es verde brillante.
Bueno, por lo menos, a mí así me pasó cuando me encontré de frente con el majestuoso Templo de Kukulcán, quien se dice es la representación maya de Quetzalcóatl. Esta pirámide es también llamada por muchos como "El Castillo".

Pero primero voy a platicarles desde el inicio del paseo.
Después de un recorrido de más o menos dos horas en auto desde Playa del Carmen, llegas al edificio administrativo donde se paga la entrada, en caso de ser extranjero, ya que los domingos, si eres mexicano, la entrada es gratis.
En ese edificio hay sanitarios y venden sombreros, los cuales son indispensables porque el sol es muy brillante, caliente y el ambiente es húmedo, por lo que todo lo que te pueda aminorar los rayos de sol directos, es buenísimo. Ah, y no olviden por ninguna causa el bloqueador solar.
Una vez ya preparados, sales al encuentro de esa majestuosa zona arqueológica. El conjunto está integrado por las edificaciones de la enorme pirámide escalonada ya mencionada como el Templo de Kukulcán, El Templo de los Guerreros, El juego de pelota, el Muro de las calaveras y el famoso Caracol, observatorio que da muestra de lo avanzado de la cultura maya respecto a la observación de los astros y su relación con la vida cotidiana; entre otras muestras arqueológicas importantes de la cultura maya en ese complejo.

Cuando conocí El Caracol, no pude dejar de pensar en la actividad que hacían en ese lugar los científicos astrónomos de ese tiempo, y me admiró su pasión por la ciencia, su asombro por el universo, su conocimiento y sabiduría acerca de los movimientos de los planetas, las estrellas y el sol.

El Caracol. Observatorio astronómico maya.


Foto: Verónica Arredondo Leal


Si visitas Cancún, Playa del Carmen o Mérida,  conocer Chichén Itzá es una actividad obligada, y de verdad no te arrepentirás, es un lugar donde, si tú quieres,  puedes sentir la presencia de los Dioses mayas.